La Mezquita de Santa Cruz, en Chelva, España, tiene una historia rica y diversa. Originalmente construida como una mezquita en el siglo XIV, durante la época de dominio cristiano en la región, esta estructura religiosa sufrió transformaciones a lo largo de los siglos.
En 1369, ocurrió un hecho importante en la historia de Chelva: la expulsión de los musulmanes de gran parte del valle. Esto fue ordenado por Pedro I de Aragón debido a preocupaciones de seguridad. En 1370 se decretaron las cartas puebla de Chelva, Tuéjar y el Arrabal de Chelva para los pobladores moros. Se establecieron mezquitas en estos barrios.
En 1370, Chelva contaba con dos mezquitas activas: la de Benajuay y la del Arrabal. Tiene una planta cuadrada y simétrica. La fachada es un amplio inmafronte del que avanza un porche formado por dos columnas octogonales de piedra que sustentan una viga sobre zapatas de madera tallada. Un arco de medio punto, con dos dovelas de piedra da paso a la estancia interior: una gran sala con tres naves de igual anchura, se paradas por dos arcos ligeramente apuntados entre cada una de ellas, que descansan sobre sendos pilares de sección cuadrada. En los tímpanos centrales de estas arcadas hay unos curiosos arquillos conopiales. Todo el suelo es de baldosas de barro cocido, que en aquellos tiempos se hallaba permanentemente cubierto de alfombras.
En el fondo se encontraba la quibla, muro principal del rito islámico orientado hacia a la ciudad de la Meca. Y en su centro, el mihrab, un nicho en la pared adornado con un arco que tenía un valor referencial.
Durante la Guerra de las Germanías en 1520, la mezquita fue incendiada. En 1525, se decretó el bautismo de todos los mudéjares, y la mezquita se convirtió en la Iglesia de Santa Cruz. A lo largo de los años, experimentó renovaciones y cambios.
A principios del siglo XX, la mezquita se utilizó como escuela para niños. Sin embargo, la falta de mantenimiento llevó al deterioro del edificio. En la década de 1990, se iniciaron esfuerzos de restauración gracias a la iniciativa de dos vecinas. La restauración enfrentó desafíos financieros, pero finalmente comenzaron las obras en 2001. La iglesia alberga un icono ortodoxo donado en 2000.
A lo largo del tiempo, la mezquita experimentó un deterioro significativo. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de personas comprometidas y la colaboración de la comunidad, se iniciaron trabajos de restauración a fines de los años 90. Las obras incluyeron la consolidación estructural y la limpieza de la edificación.
La Mezquita de Santa Cruz en Chelva es un testigo vivo de la historia de la región. Desde sus humildes orígenes como mezquita islámica hasta su transformación en una iglesia cristiana, este edificio ha sido un símbolo de cambio y adaptación a lo largo de los siglos. A través de los esfuerzos de restauración y la preservación de su historia, continúa siendo un punto de interés y un recordatorio de la rica herencia cultural de Chelva.
La Mezquita de Santa Cruz, en Chelva, España, tiene una historia rica y diversa. Originalmente construida como una mezquita en el siglo XIV, durante la época de dominio cristiano en la región, esta estructura religiosa sufrió transformaciones a lo largo de los siglos.
En 1369, ocurrió un hecho importante en la historia de Chelva: la expulsión de los musulmanes de gran parte del valle. Esto fue ordenado por Pedro I de Aragón debido a preocupaciones de seguridad. En 1370 se decretaron las cartas puebla de Chelva, Tuéjar y el Arrabal de Chelva para los pobladores moros. Se establecieron mezquitas en estos barrios.
En 1370, Chelva contaba con dos mezquitas activas: la de Benajuay y la del Arrabal. Tiene una planta cuadrada y simétrica. La fachada es un amplio inmafronte del que avanza un porche formado por dos columnas octogonales de piedra que sustentan una viga sobre zapatas de madera tallada. Un arco de medio punto, con dos dovelas de piedra da paso a la estancia interior: una gran sala con tres naves de igual anchura, se paradas por dos arcos ligeramente apuntados entre cada una de ellas, que descansan sobre sendos pilares de sección cuadrada. En los tímpanos centrales de estas arcadas hay unos curiosos arquillos conopiales. Todo el suelo es de baldosas de barro cocido, que en aquellos tiempos se hallaba permanentemente cubierto de alfombras.
En el fondo se encontraba la quibla, muro principal del rito islámico orientado hacia a la ciudad de la Meca. Y en su centro, el mihrab, un nicho en la pared adornado con un arco que tenía un valor referencial.
Durante la Guerra de las Germanías en 1520, la mezquita fue incendiada. En 1525, se decretó el bautismo de todos los mudéjares, y la mezquita se convirtió en la Iglesia de Santa Cruz. A lo largo de los años, experimentó renovaciones y cambios.
A principios del siglo XX, la mezquita se utilizó como escuela para niños. Sin embargo, la falta de mantenimiento llevó al deterioro del edificio. En la década de 1990, se iniciaron esfuerzos de restauración gracias a la iniciativa de dos vecinas. La restauración enfrentó desafíos financieros, pero finalmente comenzaron las obras en 2001. La iglesia alberga un icono ortodoxo donado en 2000.
A lo largo del tiempo, la mezquita experimentó un deterioro significativo. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de personas comprometidas y la colaboración de la comunidad, se iniciaron trabajos de restauración a fines de los años 90. Las obras incluyeron la consolidación estructural y la limpieza de la edificación.
La Mezquita de Santa Cruz en Chelva es un testigo vivo de la historia de la región. Desde sus humildes orígenes como mezquita islámica hasta su transformación en una iglesia cristiana, este edificio ha sido un símbolo de cambio y adaptación a lo largo de los siglos. A través de los esfuerzos de restauración y la preservación de su historia, continúa siendo un punto de interés y un recordatorio de la rica herencia cultural de Chelva.